El impacto de la meditación y el mindfulness en el desarrollo personal

Se habla mucho de la meditación y el mindfulness, de cómo pueden ayudar a tu salud mental, ayudar a gestionar los niveles de estrés y combatir la ansiedad. Pero mucha gente ni siquiera sabe qué es el mindfulness.

El término en inglés hace referencia al estado de atención plena, en el que pones todo tu foco en la actividad que estás realizando, ya sea esta actividad parte de tu rutina, o un hobby, una actividad física. La práctica requiere que dirijas tu atención durante un período de tiempo a uno de los cinco sentidos: gusto, olfato, tacto, vista u oído¹.

Puedes empezar con uno o dos minutos y, con práctica regular, aumentar este tiempo. Según la ciencia, tanto la meditación como el mindfulness te ayudan a estar más en sintonía con tus emociones, tu mente y tu cuerpo. Ambos, cuando se reconcilian, te permiten gestionar tus pensamientos, y así aportan una mayor sensación de equilibrio y paz².

Además de contribuir a reducir el estrés, el mindfulness también ayuda a reducir la rumiación³. Cuando nuestra mente no está concentrada, a menudo activa la Red de Modo Predeterminado, una región del cerebro que puede llevarnos a reflexionar sobre el día, sobre situaciones futuras, y que induce ansiedad e incluso depresión.

Otro efecto positivo de estas prácticas es la mejora de la memoria de trabajo, esencial para actividades cognitivas más complejas, como el procesamiento del lenguaje, el razonamiento y los juicios³.

Estas prácticas también mejoran nuestra concentración, contribuyen positivamente a la autopercepción, la regulación emocional, aumentan los niveles de empatía, compasión y mejoran nuestra capacidad para relacionarnos con las personas. En general, son valiosos para mejorar la calidad de vida³.

Por eso, aunque inicialmente no lo parezca, la meditación y el mindfulness son pasos importantes en la búsqueda del desarrollo personal. 

¿Qué tal empezar hoy? Antes de ir a dormir, elige un lugar cómodo, deja el móvil a un lado, controla tu respiración y libera tu mente de preocupaciones. Poco a poco podrás llevar esta práctica a otros momentos de tu día. Cuando vas al gimnasio, por ejemplo, ¿qué tal si desactivas todas las notificaciones y te concentras únicamente en tus ejercicios?