¿Cómo ayuda hacer preguntas a nuestro desarrollo personal?

Con el ajetreo de nuestros días, a menudo terminamos fallándoles a las personas que nos rodean. Y, de repente, recibes una noticia que te impacta, pero que incluso sospechabas. Sin embargo, por miedo, temor o inseguridad, no logró hacer algo simple, una pregunta.

Sin embargo, no importa lo sencillo que sea hacer una pregunta, se necesita más que saber cuándo preguntar. Es necesario comprender la pregunta correcta a formular. Pero no te desanimes, hay una manera de llegar a la pregunta correcta.

Elige siempre el camino de la curiosidad

La primera es elegir ser curioso, pero no estamos hablando de esa pequeña curiosidad del chisme. El objetivo aquí es elegir la curiosidad sobre la confirmación. A menudo, al decidir entre ambos, nuestro cerebro se equivoca y sigue el camino del sesgo de confirmación cognitiva. Es un error de procesamiento automático, que nos ayuda a pensar más rápido sin tener que procesar toda la información que se nos presenta1.

Entonces, en lugar de asumir que estás seguro acerca de una situación determinada, elige ser más curioso.

Transmitir seguridad

Sin embargo, además de curioso, es necesario transmitir seguridad1. Nunca elegirás compartir información secreta con alguien con quien no te sientas seguro. Aquí ocurre lo contrario: todos tenemos miedo a las críticas, a los juicios y a sentirnos avergonzados.

Muestra interés

Otro punto a tener en cuenta es que las preguntas con respuesta de sí o no, o que puedan dejar a la persona a la defensiva, no son las mejores. Elija hacer preguntas que demuestren un interés genuino, que demuestren que desea comprender o incluso aprender de esta persona. Las preguntas de calidad te ayudan a comprender el significado detrás de las razones, las emociones e incluso las acciones1.

Escucha activa

Además de hacer una pregunta de calidad, debes escuchar realmente lo que dice la gente. Esperar nuestro turno en silencio mientras la otra persona habla no nos permite aprender ni comprender. Entonces, cada vez que te des cuenta de que realmente no estás presente en la situación, pregúntate qué tiene esa persona para enseñarte, abre tu mente para procesar realmente lo que estás escuchando.

Autorreflexión

Por último, utilice las respuestas a las preguntas para reflexionar sobre usted mismo. ¿Cómo puede esa información cambiar tu perspectiva sobre tu propia vida? Y cuando haya terminado de reflexionar y procesar, comparta lo que aprendió. Esta retroalimentación hará que la otra persona se sienta valorada y la conexión que se cree sea buena para ambos1.

Ahora que tienes estos consejos en la mano, ponlos en práctica. El conocimiento, en todas sus formas, es algo valioso para la vida.

1 – WETZLER, Jess. The Art of Asking. Psychology Today, 2024. Disponible en https://www.psychologytoday.com/us/blog/unexpected-breakthroughs/202404/the-art-of-asking. Acesso em: 27 jun 2024.

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