La importancia de las relaciones interpersonales

Quizás hayas escuchado o leído la frase “ningún hombre es una isla”. La expresión fue creada por el poeta inglés John Donne en 1624. Aunque es antigua, se usa ampliamente en los tiempos modernos para resaltar que los seres humanos somos criaturas sociales por naturaleza y necesitamos nuestras relaciones interpersonales.

Pero ¿qué es una relación interpersonal? Toda relación que tienes con personas en tu vida diaria, ya sea en el trabajo, en la escuela, en el gimnasio, se clasifica como interpersonal. Y todas estas relaciones son fundamentales para nuestro desarrollo. Por eso, saber desarrollar estas relaciones, conocer personas y crear una red de contacto y apoyo puede resultar muy valioso. 

Estas relaciones tienen efectos positivos sobre la salud física y mental, ayudando a reducir el estrés, el riesgo de enfermedades cardiovasculares y el riesgo de depresión, mejoran la longevidad y, obviamente, reducen la soledad, que de por sí puede tener consecuencias extremadamente negativas¹.

El primer paso para establecer una conexión con alguien es comprender que ambos deben estar abiertos a compartir información entre sí. Este intercambio mutuo es importante para crear vínculos e intimidad. Sin embargo, incluso esta apertura necesita un límite, para que esta relación sea sana y también para gestionar las expectativas sobre la relación y el otro¹.

Otro consejo para desarrollar y mantener una relación es saber escuchar activamente, así la otra persona sabrá que está siendo validada. La escucha activa implica no juzgar, no interrumpir y hacer preguntas que permitan a la otra persona darse cuenta de que está siendo escuchada¹.

Toda relación necesita también empatía, es decir, que seas capaz de ponerte en el lugar de la otra persona. Ya sea a nivel personal o profesional, la empatía genera un sentimiento de pertenencia en los demás, además de ayudar a fortalecer la confianza^1,2.

Un factor clave para que una relación funcione es la comunicación. Muchas veces, la falta de claridad entre dos personas puede generar desacuerdos innecesarios. Por eso, sé claro al hablar y comunicarte, da los detalles necesarios para que no causes molestias. Por otro lado, cuando sientas que algo te molesta, asegúrate de comunicárselo a la otra persona, porque es posible que no se haya dado cuenta de que no se comunicó².

Por último, pero no menos importante, toda relación debe basarse en el respeto. No es necesario que estés de acuerdo con todo lo que los demás hacen o dicen, pero sí debes valorar las opiniones, los sentimientos y el tiempo de las personas. Así que no menosprecies, no llegues tarde, no invalides lo que alguien siente, e incluso en situaciones en las que no estés de acuerdo, escucha con atención¹.

Las personas con las que nos conectamos y con las que creamos estas relaciones pueden ayudarnos a crecer personal y profesionalmente. Y en tu vida diaria, reserva tiempo para cultivar y cuidar estas relaciones.