La importancia de la inclusión en la educación: dar alas a nuevos talentos.

Cuando decimos la palabra inclusión, para muchos esta palabra puede referirse a promover la accesibilidad para personas con discapacidad. Esto sigue siendo cierto; después de todo, crear medios de acceso eficientes es parte de la inclusión. Pero va mucho más allá. Cuando se trata de educación, la inclusión es una de las mejores herramientas que puedes tener. Es un camino para garantizar que todas las personas, sin distinción, tengan la oportunidad de cambiar sus vidas a través del acceso a la educación. 

Según la Encuesta Nacional Continua por Muestra de Hogares (Pnad Continua), realizada por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) en 2022, el 5,6% de las personas de 15 años o más son analfabetas en Brasil. Este porcentaje representa 9,6 millones de brasileños en este grupo de edad, que no saben leer ni escribir¹. 

Mirando los números, resulta más fácil ver que, a pesar de ser un derecho establecido por la Constitución brasileña, el acceso a la educación no es una realidad para millones de brasileños. 

Un niño sin acceso a la escuela puede ser un adulto con oportunidades limitadas por falta de conocimientos, y por lo tanto puede vivir al margen de la sociedad porque no tiene las herramientas que necesita para tener un mejor trabajo, que le genere ingresos para tener acceso a otras necesidades básicas. Y esto sucede a menudo durante generaciones en la misma familia.

Por eso la inclusión en la educación es fundamental, empezando por la educación infantil. Además de conocimientos básicos y fundamentales para asegurar una mayor autonomía en el futuro, la educación permite a los niños desarrollar más habilidades sociales, enseñándoles sobre el respeto a las diferencias, la empatía y la tolerancia, lo que generará mejores ciudadanos².

Además de la educación infantil, el acceso a la educación en todos los niveles permite la creación de una sociedad más igualitaria, permite desarrollar talentos porque el estímulo a la educación y el valor de la educación son también un estímulo para el desarrollo de los niños, adolescentes, jóvenes. 

Entonces, cuando se rompe la falta de acceso, cuando se permite que más niños accedan a una educación de calidad, también se crean más oportunidades para un futuro mejor para la sociedad.