Por que somos Seres Insatisfeitos ?

Nuestra mente está constantemente alerta para detectar amenazas potenciales o para buscar lo que falta para cumplir con nuestras expectativas con respecto a las personas y las situaciones.

Esto se debe a adaptaciones evolutivas que nos ayudan a identificar amenazas y oportunidades potenciales al comparar nuestro estado actual con uno mejor (idealizado). 

Nuestros antepasados ​​necesitaban estar extremadamente alertas para sobrevivir. No notar una amenaza podía ser fatal, por lo que el cerebro evolucionó para enfocarse en detectar el peligro. Este "sesgo de negatividad" nos hace más sensibles a las amenazas potenciales que a los estímulos positivos. Las personas que eran más conscientes de los peligros y se enfocaban en los aspectos negativos que las rodeaban tenían una mayor probabilidad de supervivencia. Esto también les permitió transmitir los genes responsables de esta mayor vigilancia1.

Por esta razón, existe un enfoque natural (instintivo) en las cosas que pueden representar una amenaza o en lo que falta para alcanzar el ideal.

Instinto de Supervivencia

El instinto de supervivencia es el impulso innato de protegerse del daño y asegurar la supervivencia. Está profundamente arraigado en nuestra biología y ha evolucionado a lo largo de millones de años. 

Comportamientos como huir de depredadores, buscar refugio y formar vínculos sociales se han vuelto intrínsecos a nuestra composición genética con el tiempo. Estábamos constantemente atentos a posibles amenazas o elementos faltantes, lo que ayudó a nuestros antepasados ​​a mantenerse alerta y adaptarse a entornos cambiantes, aumentando sus posibilidades de supervivencia.

Comparación Relativa

La comparación relativa desempeña un papel crucial en la supervivencia y las interacciones sociales desde una perspectiva evolutiva. La comparación ayuda a los humanos y a los animales a tomar decisiones que mejoran sus posibilidades de éxito. Nos lleva de forma natural a observar nuestras carencias en comparación con los demás o qué podría ser mejor que la situación actual.

Reconocimiento de Patrones

El reconocimiento de patrones es la capacidad de identificar e interpretar patrones, lo que facilita la predicción y la toma de decisiones. Los humanos que reconocían patrones de comportamiento o del clima eran más hábiles cazando y evitando depredadores.

Nuestros cerebros tienen una tendencia inherente a buscar patrones y significados en nuestro entorno, lo que a menudo nos lleva a enfatizar las deficiencias, lo que puede manifestarse como una tendencia a notar elementos faltantes o información incompleta.

Enfoque en Objetivos

El pensamiento orientado a objetivos es crucial en las interacciones sociales, ya que facilita la formación de alianzas, la competencia por recursos y el establecimiento de jerarquías sociales, lo que impacta en la adaptación evolutiva. Cuando tenemos objetivos, nuestros cerebros buscan activamente información que se alinea con ellos, destacando las áreas en las que debemos actuar para alcanzarlos, lo que termina utilizando recursos atencionales para lo que falta, aumentando así la probabilidad de alcanzar un objetivo. 

De esta manera, tenemos una tendencia natural a centrarnos en lo que no tenemos o en las amenazas, lo que termina influyendo en nuestro bienestar. ¿Quién no ha participado alguna vez en una reunión de resultados cuyo objetivo era justificar o comprender el 2% del objetivo que no se logró, dejando de lado el 98% restante? Así funciona nuestro cerebro. 

¿Cómo se ha percibido la insatisfacción a lo largo de la historia?

Diversos pensadores de diferentes épocas han observado esta realidad humana a través de su observación de la sociedad.

Arthur Schopenhauer (1841) creía que la voluntad humana es el motor de todas las acciones, pero también la fuente de todo sufrimiento. Para él, la vida está marcada por la insatisfacción constante, ya que siempre deseamos algo que no tenemos. Argumentó que el deseo es la causa del sufrimiento humano y que la existencia está impregnada de angustia e insatisfacción constantes.

Jean Paul Sartre (1938), una de las figuras más destacadas del existencialismo, afirmó que la insatisfacción proviene de la libertad humana. Según Sartre, estamos condenados a ser libres, lo que nos hace responsables de dar sentido a nuestras vidas. Esta libertad genera angustia e insatisfacción, ya que siempre nos enfrentamos a la necesidad de tomar decisiones significativas.

Jacques Lacan (1957) introdujo un concepto que simboliza algo siempre ausente e inalcanzable: el "Objeto A". Es una parte del deseo que nunca se satisface por completo, impulsando al sujeto a seguir buscando. El "Objeto A" mantiene el deseo en movimiento; es una parte del deseo que nunca se realiza ni se satisface por completo. Lacan desarrolló otro concepto llamado "alienación en el deseo del Otro" para describir cómo la identidad y el deseo del sujeto se configuran a partir del deseo del "Otro". En otras palabras, el deseo del sujeto siempre está en relación con el deseo del otro, buscando su aprobación y moldeándolo según lo que cree que desea.

Sigmund Freud (1900) creía que la insatisfacción es inevitable debido a los conflictos entre nuestros deseos inconscientes y las restricciones impuestas por la sociedad. Estos conflictos generan frustración e insatisfacción constantes.

Friedrich Nietzsche (1883) consideraba la insatisfacción una fuerza positiva, creyendo que el deseo continuo de superación personal y la búsqueda de nuevas metas impulsan el desarrollo humano. Para él, la insatisfacción puede ser un motor de creatividad y superación personal.

Epicuro (270 a. C.), filósofo griego de la antigüedad, sugirió que la insatisfacción proviene del deseo de placeres innecesarios. Creía que la verdadera felicidad reside en la búsqueda de placeres sencillos y la ausencia de dolor. Creía que la insatisfacción se puede reducir centrándose en las necesidades básicas y evitando los deseos excesivos.

Epicteto (100 d. C.), filósofo estoico, señaló que debemos distinguir entre lo que está bajo nuestro control y lo que no, porque desear lo que escapa a nuestro control es fuente de insatisfacción y sufrimiento.

Séneca (54 d. C.), otro influyente estoico, argumentó que «no es pobre el que tiene poco, sino el que desea más». Esta cita ilustra que la verdadera riqueza reside en estar satisfechos con lo que ya tenemos. Moderar nuestros deseos y centrarnos en lo que está bajo nuestro control nos ayuda a evitar la insatisfacción. Al aceptar lo que no podemos cambiar y apreciar lo que ya tenemos, podemos lograr una vida más pacífica y satisfactoria.

Abandonamos la cueva, pero ella nunca nos abandonó

Según el profesor Joshua Akey, genetista profesional que estudia la evolución del genoma humano en la Universidad de Princeton, se estima que nuestra especie (Homo sapiens) existió durante 300.000 años2. En otras palabras, fue solo después de 290.000 años, alrededor del 10.000 a. C., durante la Revolución Neolítica, que el Homo sapiens pasó de ser un grupo nómada de cazadores-recolectores a comunidades agrícolas sedentarias. Este cambio permitió el establecimiento de asentamientos permanentes y el surgimiento de las primeras civilizaciones en Mesopotamia, Egipto, el valle del Indo y China. Estas civilizaciones sentaron las bases de complejas estructuras sociales, sistemas de escritura y avances culturales3.

En otras palabras, nuestra especie ha vivido gran parte de su existencia necesitando migrar en busca de alimento, mejores climas y protección contra los depredadores para sobrevivir. Nuestros sistemas de detección de amenazas han evolucionado para lidiar con peligros inmediatos, como los depredadores, pero son menos efectivos contra amenazas modernas y abstractas, como las preocupaciones financieras, el estrés laboral, el estrés en las relaciones y el rechazo social. Esto significa que el ama de casa que quemó su almuerzo y el indio que huye del jaguar tienen exactamente la misma fisiología del estrés. En otras palabras, ambos reaccionan a la amenaza percibida con una respuesta de "lucha o huida". Esta respuesta está mediada por el sistema nervioso autónomo, la amígdala y el eje hipotálamo-hipofisario-adrenal (HPA). Terminamos usando una bala de cañón para matar una mosca. Por lo tanto, nuestro detector de amenazas no es tan efectivo en las situaciones cotidianas modernas. 

Reconocer cómo percibimos las amenazas puede ayudarnos a desarrollar mejores estrategias para gestionarlas.

La búsqueda de una vida más equilibrada

Es casi natural centrarse en lo que nos falta. Por lo tanto, existen mecanismos que ayudan a gestionar esta tendencia: 

1- Podemos empezar cultivando la gratitud, que nos ayuda a cambiar nuestra perspectiva para apreciar lo que tenemos;

2- Reformular los pensamientos negativos, identificando y desafiando estos pensamientos negativos automáticos, puede ayudar a reducir su impacto;

3- Centrarse en la solución en lugar de en los problemas puede reducir los efectos del sesgo de negatividad;

4- Las prácticas de atención plena, como la meditación y otras actividades que aumentan nuestra consciencia y nos mantienen presentes, reducen el estrés;

5- Establecer metas realistas nos permite celebrar el progreso y evitar la búsqueda constante de más. 

Tenemos una tendencia natural a la insatisfacción, pero podemos cultivar hábitos que influyan positivamente en nuestro bienestar. Estos son algunos posibles mecanismos que pueden llevarnos a una vida más equilibrada y satisfactoria.

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felipe-azarias

Felipe é fundador da Umajuda e especialista nas áreas de Neurociência e Filosofia. Apoiador de movimentos filantrópicos, empreendedor e executivo a mais de duas décadas, acumulou experiências internacionais que lhe permitiram conhecer diversas realidades, culturas e aprofundar seu conhecimento sobre o comportamento humano. Atualmente, também é doutorando pela USP na área de Neurociência.

1 – JT, Cacioppo; S, Gollan JK. The negativity bias: Conceptualization, quantification, and individual differences. Behavioral and Brain Sciences. 2014;37(3):309-310. doi:10.1017/s0140525x13002537

2 – HANDWERK, Brian. An Evolutionary Timeline of Homo Sapiens. Smithsonian Magazine, 2021. Disponible en https://www.smithsonianmag.com/science-nature/essential-timeline-understanding-evolution-homo-sapiens-180976807/. Acesso em: 07 mai 2025.

3 – BROOKS, Christopher. Western Civilization: A Concise History. NSCC, 2020. Disponible en https://pressbooks.nscc.ca/worldhistory/chapter/chapter-1-the-origins-of-civilization/. Acesso em: 07 mai 2025.

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