En todo momento estamos interactuando con el mundo que nos rodea y siendo estimulados por los más variados tipos de situaciones, personas y objetos con los que entramos en contacto. Nuestro cerebro crea conceptos, categoriza información, interpreta eventos y los asocia con nuestros recuerdos existentes (o crea nuevos recuerdos) para generar comportamiento.
La forma en que el sistema cognitivo utiliza esta información recibida, percibida, almacenada y recuperada por nuestro cerebro es, según Myers1, lo que llamamos pensamiento.
Pero el pensamiento también puede describirse como nuestra capacidad interna de manipular nuestras representaciones mentales, que según Holyoak y Morrison2nos ayuda a caracterizar eventos reales o posibles en el mundo externo, a menudo al servicio de algún objetivo.
Pero ¿qué es la representación mental?
Estas descripciones que creamos y almacenamos sobre el mundo también se denominan representaciones mentales. Y, por supuesto, se pueden actualizar para formar otras descripciones.
¿Cuál es la función del pensamiento?
Son pensamientos que proporcionan la base de nuestra capacidad cognitiva, es decir, nuestra capacidad para razonar, resolver problemas, planificar, pensar de forma abstracta, comprender ideas complejas y aprender de la experiencia3.
También tienen una relación íntima y esencial con la memoria, ya que la recopilación de información disponible en la memoria se utiliza como contenido para nuestro pensamiento.
Pensamiento y Memoria
Los pensamientos y recuerdos son representaciones físicas forjadas por un evento, donde las señales se transmiten entre neuronas a través de neurotransmisores. Este estímulo activa la red neuronal y genera una experiencia.
En este punto utilizamos la memoria para codificar nueva información, asegurándonos de que esta nueva información se ajuste a una categoría ya establecida o creando una nueva categoría para esa información en nuestro cerebro.
La información no es algo abstracto y el pensamiento sólo existe porque se produce un potencial de acción neuronal; en otras palabras, el pensamiento es algo químico/físico4.
El estudio del pensamiento
Comprender el pensamiento abarca múltiples disciplinas, incluidas la psicología, la neurociencia, la filosofía y la inteligencia artificial, cada una de las cuales aporta perspectivas únicas para descifrarlo.
La psicología, por ejemplo, estudia los procesos mentales y conductuales asociados con el pensamiento, investigando cómo los individuos perciben, recuerdan, razonan y toman decisiones3.
La neurociencia, a su vez, se centra en los mecanismos biológicos que sustentan el pensamiento, explorando las estructuras y funciones cerebrales involucradas, como la corteza prefrontal, el hipocampo y la amígdala.5.
La filosofía examina las implicaciones conceptuales y éticas del pensamiento, cuestionando la naturaleza de la conciencia, la relación mente-cuerpo y los límites del conocimiento humano1.
La inteligencia artificial (IA) busca replicar y simular el pensamiento humano mediante la creación de algoritmos y sistemas que puedan realizar tareas cognitivas complejas como el reconocimiento de patrones, la resolución de problemas y el aprendizaje automático6.
Pensamiento crítico y educación
Comprender el pensamiento tiene implicaciones importantes para varias áreas, incluida la educación. En educación, promover el pensamiento crítico y la capacidad de resolver problemas de forma creativa es esencial para preparar a los estudiantes para los desafíos del futuro. Facione7 destaca que el pensamiento crítico implica el análisis objetivo y la evaluación de la información para formar un juicio razonado.
Esta habilidad es crucial para los estudiantes ya que les permite cuestionar suposiciones, identificar sesgos, evaluar evidencia y tomar decisiones informadas. Al desarrollar el pensamiento crítico, los educadores permiten a los estudiantes abordar problemas complejos y dinámicos en un mundo en constante cambio. Además, una educación que valora la creatividad y la innovación prepara a los estudiantes para ser pensadores adaptables capaces de generar soluciones originales a problemas emergentes8.
Por lo tanto, comprender el pensamiento humano es un esfuerzo interdisciplinario con amplias implicaciones prácticas y teóricas9,10, por lo que lo mejor es dividir el Pensamiento en tres campos de estudio para explicarlo mejor: o Razonamiento, la Resolución de Problemas y el Juicio y Toma de Decisiones.
- MYERS, D. G. (2019). Psychology. Worth Publishers.
- HOLYOAK, K. J., & MORRISON, R. G. (2005). The Cambridge handbook of thinking and reasoning. Cambridge University Press.
- GOTTFREDSON, L. S. (1997). Why g matters: The complexity of everyday life. Intelligence, 24(1), 79-132.
- LANDAUER, T. K. (1999). Memory, thought, and the structure of knowledge. Psychology Press.
- PHELPS, E. A. (2004). Human emotion and memory: interactions of the amygdala and hippocampal complex. Current opinion in neurobiology, 14(2), 198-202.
- RUSSELL, S., & NORVIG, P. (2016). Artificial intelligence: A modern approach. Malaysia; Pearson Education Limited.
- FACIONE, P. A. (2020). Critical thinking: What it is and why it counts. Measured Reasons LLC.
- KAMPYLIS, P., BERKI, E., & SAARILUOMA, P. (2020). Fostering creative thinking. Springer.
- DAMASIO, A. (1994). Descartes’ Error: Emotion, Reason, and the Human Brain. Putnam Publishing.
- KAHNEMAN, D. (2011). Thinking, Fast and Slow. Farrar, Straus and Giroux.
Felipe é fundador da Umajuda e especialista nas áreas de Neurociência e Filosofia. Apoiador de movimentos filantrópicos, empreendedor e executivo a mais de duas décadas, acumulou experiências internacionais que lhe permitiram conhecer diversas realidades, culturas e aprofundar seu conhecimento sobre o comportamento humano. Atualmente, também é doutorando pela USP na área de Neurociência.