Cuando hablamos de desarrollo personal y profesional, crecimiento y éxito, una de las bases para alcanzar estos objetivos es la Inteligencia Emocional. Y para que entiendas qué es y cómo utilizarlo a tu favor, exploraremos sus cuatro pilares: Autoconciencia, Autogestión, Conciencia Social y Gestión de Relaciones.
Muchos todavía entienden la autoconciencia como autoconocimiento, pero son diferentes. Mientras que el autoconocimiento consiste en conocerte a ti mismo, cómo funcionan y reaccionan tu mente y tu cuerpo, la autoconciencia consiste en ser consciente de ti mismo, de tus valores, acciones, creencias, pensamientos y emociones1,2.
La autoconciencia es algo inherente a nuestro ser, pero no nacemos con ella, sino que la desarrollamos a lo largo de nuestra vida. Según los investigadores, la autoconciencia surge alrededor del primer año de vida y a los 18 meses ya es más notoria y desarrollada. Sin embargo, es alrededor de los cuatro o cinco años de edad cuando el niño alcanza esta percepción de sí mismo1.
Aún así, la autoconciencia continúa desarrollándose a lo largo de los años y se divide en dos tipos: pública y privada. La autoconciencia pública se define como la conciencia de cómo uno aparece ante los demás. Es lo que nos hace adaptarnos a las normas y reglas sociales. Mientras que la autoconciencia privada tiene que ver con nuestra conciencia de nosotros mismos en nuestra particularidad, como cuando nos miramos en el espejo1.
Desarrollar la autoconciencia es esencial para poder gestionar nuestro modo de comportarnos, para desarrollar nuestras relaciones con otras personas y para nuestra capacidad de adaptarnos al cambio. Por ello, es fundamental cuando queremos crecer tanto como personas como en nuestra profesión y ámbito laboral. Cuando eres consciente de ti mismo y de tu comportamiento, te resulta más fácil trabajar en tus debilidades y potenciar tus fortalezas1.
Cómo trabajar tu autoconciencia
Desarrollar tu autoconciencia es algo que requiere un estado de atención plena. En otras palabras, necesitas concentrarte sólo en ti mismo en ese momento2.
Una de las formas de trabajar tu atención plena es la meditación. Durante ella te centras únicamente en ti mismo, por lo que puedes percibir tus emociones, tus preocupaciones e incluso detonantes que pueden generar ansiedad o tensión1.
Una segunda forma es llevar un diario de autorreflexión. Donde escribirás tus conductas, pensamientos, reacciones y emociones ante situaciones ocurridas a lo largo del día1.
Por último, siempre puedes buscar asesoramiento profesional. Existen varios tipos de terapia que trabajan en el desarrollo de la autoconciencia1.
Ser consciente de uno mismo es importante, pero hay que tener cuidado de no ser demasiado consciente de uno mismo. La autoconciencia excesiva puede provocar la falsa sensación de que siempre estamos siendo observados y juzgados, y puede derivar en ansiedad, estrés y, en casos más graves, trastornos de ansiedad social.
1 – CHERRY, Kendra. How to boost your Self-Awareness. VeryWell Mind, 2024. Disponible en https://www.verywellmind.com/what-is-self-awareness-2795023. Acesso em: 01 abr 2025.
2 – OLIVEIRA, Amarílis. Autoconsciência vs Autoconhecimento. AMO, 2022. Disponible en https://amarilisoliveira.com.br/2022/08/13/autoconsciencia-vs-autoconhecimento/. Acesso em: 01 abr 2025.