¿Los factores ambientales pueden influir en el funcionamiento del cerebro y el comportamiento?

Contrariamente a lo que mucha gente piensa, e incluso a lo que la ciencia ha creído durante mucho tiempo, el cerebro humano posee dos capacidades importantes: plasticidad y adaptabilidad.

Cuando hablamos de plasticidad, o más bien de neuroplástico, nos referimos a que, por numerosas razones, el cerebro es capaz de formar nuevas vías neuronales durante el proceso de aprendizaje o, por ejemplo, de trasladar una función de un área a otra debido a una lesión. 

Estamos expuestos rutinariamente a diversos factores ambientales que influyen en el cerebro. Desde la naturaleza, el cambio climático, la contaminación, la iluminación, el ruido e incluso las toxinas, estos pueden causar cambios en la función cerebral. 

Por lo tanto, ya sea por estímulos químicos, factores biológicos internos o estímulos de los entornos que frecuentamos a diario, nuestro cerebro se ve constantemente afectado. Y estos cambios pueden, a su vez, causar cambios emocionales, cognitivos y conductuales.

¿Quieres algunos ejemplos?

Contaminantes y toxinas del aire

La exposición a pesticidas y metais pesados ​​como chumbo y mercurio puede causar una inflamación neuronal y, por consiguiente, afectar funciones cognitivas y acelerar el proceso de declive neurológico1

Y si esta exposición ocurre en la infancia, puede afectar el desarrollo motor y conductual, comprometiendo la salud cerebral. La exposición al plomo, presente en el agua contaminada, por ejemplo, puede afectar el aprendizaje y causar daño cerebral. La inhalación de altas concentraciones de contaminantes atmosféricos puede causar daño neurológico, como déficits cognitivos y conductuales2.

Contaminación Acústica

Cuando hablamos de contaminación acústica, mucha gente piensa que solo existe en los grandes centros urbanos. Aunque es más frecuente en estas zonas, la contaminación acústica puede ser causada, por ejemplo, por obras de construcción o reformas en el vecindario. La exposición prolongada a este tipo de contaminación puede provocar alteraciones cerebrales a través de trastornos del sueño3.

Iluminación Artificial

¿Quién no ha usado el móvil a oscuras? ¿O se ha quedado despierto viendo la televisión hasta muy tarde? Esta exposición a la iluminación artificial es muy común, pero es perjudicial, ya que provoca alteraciones en el ciclo del sueño y también en el ritmo circadiano, un proceso interno de 24 horas que controla las funciones biológicas. Las alteraciones en el ritmo circadiano se relacionan con trastornos mentales como la depresión, el trastorno bipolar y los cambios bruscos de humor3.

Cambios y patrones climáticos

A lo largo del año, los cambios estacionales traen consigo variaciones en la duración de la luz solar, lo que a su vez se asocia con cambios en el comportamiento. Por lo tanto, los períodos con menos luz solar afectan negativamente el estado de ánimo e incluso pueden desencadenar trastornos estacionales y trastorno bipolar precoz3.

Los cambios climáticos extremos, como las inundaciones causadas por fuertes lluvias, los períodos de sequía extrema y las olas de calor, causan estrés y ansiedad, ya que son causas indirectas de situaciones traumáticas como la inseguridad alimentaria, la pobreza y la violencia. Diversos estudios han indicado que la exposición a inundaciones se asocia con ansiedad, trastorno de estrés postraumático y distrés psicológico3.

Por lo tanto, al observar los ejemplos anteriores, es posible comprender que el cerebro no es inmutable y se ve constantemente moldeado por el entorno en el que vivimos. Por lo tanto, es evidente la necesidad de invertir en condiciones ambientales saludables para estimular la plasticidad cerebral, fortalecer la cognición y promover el bienestar. 

Debatir y comprender el impacto del entorno en el cerebro es esencial para mejorar la calidad de vida. Invierta directamente en la salud cerebral, no solo hoy, sino también para las generaciones futuras.

1 – CALDERÓN-GARCIDUEÑAS, L., et al. (2008). Air pollution, cognitive deficits and brain abnormalities: A pilot study with children and dogs. Brain and Cognition, 68(2), 117–127.

2 – BENEVIDES, Amanda Balbinot et al. O papel dos fatores ambientais no desenvolvimento neurológico infantil. Revista FT, Volume 28 – Edição 134, 31 maio 2024. ISSN 1678‑0817. DOI: 10.5281/zenodo.11526292

3 – POLEMITI E, HESE S, SCHEPANSKI K, YUAN J, SCHUMANN G; environMENTAL consortium. How does the macroenvironment influence brain and behaviour – a review of current status and future perspectives. medRxiv [Preprint]. 2023 Oct 10:2023.10.09.23296785. doi: 10.1101/2023.10.09.23296785. Update in: Mol Psychiatry. 2024 Oct;29(10):3268-3286. doi: 10.1038/s41380-024-02557-x. 

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