Juicio y Toma de Decisiones

La capacidad de tomar decisiones es una característica fundamental de la experiencia humana, que influye tanto en nuestras interacciones cotidianas como en nuestras elecciones estratégicas en diversos contextos físicos y sociales1.

La necesidad evolutiva de maximizar los beneficios y minimizar los daños moldea profundamente la forma en que se formulan y ejecutan las decisiones, lo que refleja una adaptación crucial para la supervivencia y el éxito individual y colectivo2.

Desde los inicios de la investigación sobre la toma de decisiones, ha sido evidente que la presencia de alternativas es un prerrequisito fundamental para cualquier proceso de toma de decisiones significativo3. Los modelos tradicionales enfatizaban la racionalidad, asumiendo que los agentes racionales evalúan cuidadosamente los costos, beneficios y probabilidades para maximizar sus elecciones4,5

Sin embargo, la investigación contemporánea revela que las decisiones a menudo están influenciadas por factores emocionales, a veces de manera irracional, lo que pone de relieve la complejidad y la no linealidad del proceso de toma de decisiones6,7.


Procesamiento de información y toma de decisiones

Herbert Simon fue un pionero en cuestionar la visión de la racionalidad perfecta al postular que las limitaciones cognitivas humanas imponen restricciones significativas a la capacidad de procesar información y tomar decisiones completamente racionales8. Sostuvo que los individuos a menudo recurren a “heurísticas” — reglas prácticas y simplificadas — para abordar la complejidad de las decisiones, destacando la importancia de las emociones a la hora de dirigir la atención y el proceso de toma de decisiones9,10.

La dualidad de los sistemas de toma de decisiones, propuesta por Kahneman11, distingue entre un sistema rápido y emocional, conocido como “sistema 1”, y un sistema lento y deliberativo, “sistema 2”. El sistema 1 funciona de forma automática y rápida, basándose en asociaciones aprendidas y experiencias pasadas, mientras que el sistema 2 implica un procesamiento más consciente, que requiere un esfuerzo cognitivo significativo11.

La influencia de las emociones y la memoria en la toma de decisiones

Aunque el sistema 1 es adaptativo para respuestas rápidas a estímulos ambientales, está sujeto a sesgos y heurísticas que pueden conducir a decisiones óptimas en determinadas circunstancias12. Este reconocimiento desafía la concepción tradicional de que las decisiones son predominantemente racionales y conscientes, enfatizando la complejidad y la interacción entre los procesos emocionales y cognitivos en la t

Además de la influencia de los sistemas cognitivo y emocional, la teoría contemporánea de la toma de decisiones destaca el papel fundamental de los recuerdos en la formación del pensamiento y la estructuración de las elecciones individuales. Los recuerdos organizados en esquemas y conceptos — muchos de ellos almacenados inconscientemente — dan forma a nuestras percepciones y comportamientos cotidianos, influyendo directamente en el proceso de toma de decisiones13,14.

La integración de diversas disciplinas como la psicología, la economía del comportamiento y la neurociencia cognitiva enriquece significativamente nuestra comprensión de la toma de decisiones. Este enfoque multidisciplinario no sólo arroja luz sobre cómo se formulan las decisiones, sino que también ofrece valiosos conocimientos prácticos para campos como la gestión organizacional, las políticas públicas y la educación15,16.

La comprensión del pensamiento humano es un esfuerzo interdisciplinario, por eso lo dividimos en tres campos de estudio para explicarlo mejor: o Razonamiento, la Resolución de Problemas y Juicio y Toma de Decisiones.

1. FELLOWS, L. K. The Neuroscience of Human Decision-Making Through the Lens of Learning and Memory. Current Topics in Behavioral Neurosciences. PMID 28213812DOI: 10.1007/7854_2016_468

2. FRIEDMAN, O., & FORSTER, J. (2021). Decision Making. In Encyclopedia of Behavioral Medicine (pp. 1-5). Springer.

3. BARKOVIC, D., & TUSEVSKI, O. (2019). Decision-making and cognitive biases: A review. Journal of Behavioral Economics, 23(1), 45-68.

4. BLUME, L. E., & EASLEY, D. (2008). Rationality. New Palgrave Dictionary of Economics.

5. SEN, A. (2008). Reason before identity. The Tanner Lectures on Human Values, 29, 1-33.

6. HASTIE, R. (2001). Problems for judgment and decision making. Annual Review of Psychology, 52(1), 653-683.

7. SANFEY, A. G., Rilling, J. K., Aronson, J. A., Nystrom, L. E., & Cohen, J. D. (2006). The neural basis of economic decision-making in the ultimatum game. Science, 300(5626), 1755-1758.

8. SIMON, H. A. (1983). Reason in human affairs. Stanford University Press.

9. EKMAN, P. (2007). Emotions revealed: Recognizing faces and feelings to improve communication and emotional life. Macmillan.

10. KELTNER, D., & LERNER, J. S. (2010). Emotion. In S. T. Fiske, D. T. Gilbert, & G. Lindzey (Eds.), Handbook of social psychology (5th ed., Vol. 2, pp. 317-352). Wiley.

11. KAHNEMAN, D. (2011). Thinking, fast and slow. Farrar, Straus and Giroux.

12. CHAIKEN, S., LIBERMAN, A., & EAGLY, A. H. (1989). Heuristic and systematic information processing within and beyond the persuasion context. In J. S. Uleman & J. A. Bargh (Eds.), Unintended Thought (pp. 212-252). Guilford Press.

13. TVERSKY, A., & KAHNEMAN, D. (1974). Judgment under uncertainty: Heuristics and biases. Science, 185(4157), 1124-1131.

14. BARSALOU, L. W. (2008). Grounded cognition. Annual Review of Psychology, 59, 617-645.

15. THALER, R. H., & SUNSTEIN, C. R. (2008). Nudge: Improving decisions about health, wealth, and happiness. Yale University Press.

16. GIGERENZER, G. (2015). Simply rational: Decision making in the real world. Oxford University Press.

felipe-azarias
felipe-azarias

Felipe é fundador da Umajuda e especialista nas áreas de Neurociência e Filosofia. Apoiador de movimentos filantrópicos, empreendedor e executivo a mais de duas décadas, acumulou experiências internacionais que lhe permitiram conhecer diversas realidades, culturas e aprofundar seu conhecimento sobre o comportamento humano. Atualmente, também é doutorando pela USP na área de Neurociência.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *